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En días pasados, quedó conformado el Comando la Campaña de la Mesa de la Unidad para las próximas elecciones parlamentarias del 26 de septiembre de 2010 y en tal sentido, quisiéramos compartir unas reflexiones a propósito del compromiso que en septiembre encararemos:
En primer lugar, vale decir que más allá de la conformación de un Comando de Campaña de la MUD la responsabilidad de convencer a quienes se identifican con la propuesta país que desde esta alternativa presentamos es una tarea que nos involucra a todos.
Ha sido una invitación constante desde este espacio a usa el nunca desdeñable “boca a boca” para convencer a nuestras personas cercanas; y asimismo para desmontar la siempre manipuladora campaña que el gobierno se empeña en presentar para confundir.
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Las leyes sancionadas por la Asamblea Nacional influyen significativamente en nuestras vidas, y deben formularse para brindar mayor bienestar al pueblo, el Presidente Chávez debe respetar las funciones de cada quien, y nosotros como ciudadanos debemos entender que una Asamblea Nacional equilibrada será garantía de contraloría ante los abusos y el mal gobierno. Con el escándalo por los alimentos vencidos que han sido encontrados a lo largo y ancho del país, es la Asamblea la que tiene que investigar adecuadamente la cadena e corrupción desatada y castigar a los culpables de tal atrocidad. Con la AN actual, sabemos que ha sido imposible lograr tal acto de justicia, porque sólo cumplen órdenes superiores indicadas desde Miraflores. Y así podríamos citar cientos de ejemplos: el estado de las vías, de los hospitales y ambulatorios nos corroboran que mientras más poder se concentre en una sola persona menos eficiente será su gestión. En la práctica, ha sido así para el presidente Chávez: no dejó hacer, pero tampoco ha hecho en las materias citadas.
Sin duda, es el momento de equilibrar los poderes y que cada quien tome el papel que le corresponde ejercer. El 26 de septiembre es un día clave y determinante para ello. Continuemos la campaña. Es parte de nuestra responsabilidad con nosotros y nuestros hijos. No se trata de detener el presente, se trata de desatar el futuro.