domingo, 13 de febrero de 2011

Quedamos en las mismas...


Un regalo institucional parece considerarse el hecho de rendir cuentas ante el Poder Legislativo, cumplir con el deber de explicar cómo y en qué se invierte el dinero del tesoro nacional no es cuestión de cortesías.

Efectivamente, se trata de cumplir con el mandato constitucional de presentar resultados al pueblo que a través del voto transfiere su confianza en un gobierno, en este caso, en la figura del presidente Hugo Chávez.

Vale la pena recordar que una de las tantas piedras de tranca que hemos vivido los ciudadanos en Venezuela, y de eso pueden dar testimonio los periodistas e investigadores del país, ha sido la imposibilidad de acceder a fuentes oficiales de información: en transparencia y acceso a la información nuestro país se considera aplazado. Esto no es algo nuevo ni desconocido, pero sus implicaciones son tan mayúsculas que vale la pena recordarlo de manera reiterada.

El ejercicio que presenciamos el pasado martes en la Asamblea Nacional nos permitió observar a ministros comportándose como dirigentes del Psuv que en vez de generar explicaciones acerca de qué hicieron, qué faltó y por qué no concretaron promesas, se dedicaron a irse por las ramas y terminar hablando en tiempo futuro: "vamos" "haremos" "prometemos". Es decir, que aparte de habernos quedado con la incógnita respecto a cifras oficiales, a la verdad tantas veces esperada en temas tan sensibles como inseguridad, condiciones en nuestras cárceles, armas circulando en el país y la corrupción generada en torno a estas situaciones, nos esquivaron con la idea de: "prometemos resolverlo".

Creemos que 12 años han sido suficientes para al menos aliviar gran parte de los problemas cotidianos que aquejan a millones de venezolanos, seguimos esperando respuestas ante situaciones que sencillamente han empeorado: el llamado es al Gobierno Central a dejarse de respuestas esquivas y a asumir responsablemente la entrega de la Memoria y Cuenta de cada una de las carteras sin subestimar al pueblo. ¡Ojalá pudiésemos confirmar en carne propia que lo que decían era verdad, pero, sinceramente, no nos dijeron nada, el "mitin" terminó y quedamos igual de desinformados!.