Que nadie se quede atrás

Cada vez son menos los que están dispuestos a soportar que los gobiernos no atiendan los problemas reales de la gente. Los abusos de poder, la corrupción, la mala burocracia y la negligencia gubernamental son grandes creadores de divisiones entre los ciudadanos. Aumentan las brechas sociales ya existentes.
Esta división, sumada a los problemas económicos (especialmente el desempleo y el alza de los precios en alimentos y vivienda) pueden ser grandes detonantes del malestar.

En las últimas semanas, China se ha visto sacudida por violentas protestas. En Zengcheng, miles de trabajadores se volvieron contra el Gobierno local en defensa de una vendedora embarazada que había sido tirada al suelo cuando intentaban desalojarla de la calle, en una operación contra la venta callejera. Pese a la penetrante censura y los controles del Gobierno, las noticias sobre las protestas se transmiten rápidamente a través de celulares e Internet.

Según las últimas cifras disponibles, China tiene alrededor de 145 millones de trabajadores inmigrantes provenientes de zonas rurales. La disparada de los precios golpea a los sectores agrarios, jubilados y a los que dejan el campo para buscar trabajo en las ciudades. Aunque muchos de ellos han mejorado sus salarios y condiciones en los últimos años, la brecha es enorme, generando mayor malestar entre la población marginada.
Que nadie se quede atrás

Los venezolanos no queremos vernos en ese espejo. La violencia desbordada en nuestros centros penitenciarios le ha costado la vida a aproximadamente 37 personas y herido a más de 80 reclusos, versión que contrasta con la cifra oficial de 19 reclusos fallecidos. Como si ocultando la verdad se negara la explosión de una crisis permanente producto de la infrahumanización de las condiciones de la población carcelaria. La solución ofrecida por el gobierno central: la creación de un Ministerio de asuntos penitenciarios que puede convertirse en un problema más grave de burocratización, no ver el foco verdadero de lo que las necesidades que la población requiere nos indica cuán lejano está nuestro gobierno de los ciudadanos.

En 2012, estamos frente a la posibilidad real de unirnos todos los venezolanos para tomar de una vez por todas el camino que nos lleve al progreso. ¡Que ningún venezolano se quede atrás!

abm@armandobriquet.org