domingo, 1 de agosto de 2010

¡VAMOS BIEN!

Más allá de las implicaciones del formalismo del inicio de la campaña, vemos a diario cómo los candidatos de la Unidad Democrática a lo largo y ancho del país recorren cada esquina para escuchar el pliego de peticiones de un pueblo ávido de respuestas, soluciones factibles y acciones concretas ante las amenazas que padecemos día a día los venezolanos.

Resulta esperanzador que hoy nuestros candidatos sean bienvenidos en todos los confines del país, donde sin ningún tipo de distinción, hombres y mujeres amables abren las puertas de sus casas con gran esperanza de cambio, con fe en que las cosas pueden ser distintas y en la construcción de una nueva alternativa para el país.

Cada elección representa una oportunidad para abrir nuestra confianza en que un mejor país es posible, y que la apertura al equilibrio y a la diversidad de criterios y pensamientos en una Asamblea Nacional implica, sin duda, un abono para nuestra democracia cada vez más árida.

Mientras los diputados en la Asamblea Nacional impedían el acceso al pueblo venezolano a través de los medios de comunicación social a la reunión sostenida con el cardenal, cientos de candidatos de la alternativa democrática son recibidos en las parroquias más populares de nuestro país sin que violentos grupos impidan su acceso, como otrora se convirtió en práctica.

Cada vez está más presente en nuestros ciudadanos el deseo de una Asamblea Nacional plural, como garantía de control y transparencia. Hemos comprobado con tristeza y cruentas consecuencias que no podemos seguir teniendo un Parlamento al servicio de una sola persona, más poder concentrado en una minoría que gobierna significa debilitar al pueblo. Se nos presenta un futuro repleto de expectativas después del 26 de septiembre; este día recobraremos el valor democrático de la pluralidad y el futuro se hará más justo para todos.

Las caretas han sido quitadas, nuestro pueblo sigue allí, esperando ser atendido y con ansias de ser escuchado, mientras el Gobierno se aleja más y se mantiene reincidente en justificaciones sin brindar condiciones dignas para nuestros ciudadanos. Mantengamos la esperanza en los frutos de esta campaña electoral y continuemos invitando a quienes no rodean a esta apuesta por el futuro del país. Lo bueno apenas empieza.